Consejos y Reflexiones de una Madre
En estos 6 años he aprendido mucho en este emocionante viaje de crianza. Y elevar la autoestima de los niños me parece de lo más importante para hacer de nuestros hijos unos adultos con un buen estado de salud mental. Cada día es una aventura, y quiero compartir algunos consejos y reflexiones desde el corazón. Porque, al final del día, todos queremos que nuestros pequeños crezcan felices y saludables.
1. El Arte de la Paciencia
Criar a un niño de 6 años requiere una dosis extra de paciencia. A veces, las preguntas parecen interminables: “¿Por qué el cielo es azul?”, “¿Por qué las hormigas trabajan tanto?”, “¿Por qué no puedo tener un unicornio?”. Respira hondo y sé paciente. Estamos aquí para guiarlos en su curiosidad infinita.
2. Nutrición y Alimentación
La alimentación es clave. Mi pequeño tiene sus preferencias, y a veces parece que solo quiere comer macarrones con queso. Pero también le presento frutas, verduras y proteínas de manera creativa. ¡Los batidos de frutas son un éxito!. Una buena alimentación hará que su organismo, cuerpo y mente, funcionen bien.
3. Juego y Aprendizaje
Los niños aprenden jugando. Así que, en lugar de solo decir “no” a la pantalla, buscamos actividades divertidas. Construimos castillos de bloques, exploramos la naturaleza y leemos juntos. “De Mayor Quiero Ser Feliz” es un libro que nos recuerda la importancia de la imaginación y la creatividad en el desarrollo de los niños.
4. Cuidado Emocional
Los niños también tienen emociones. A veces, mi pequeño se siente frustrado o triste. Le enseño a expresar lo que siente y a encontrar soluciones. El libro “De Mayor Quiero Ser Feliz” nos muestra cómo cultivar la autoestima y la resiliencia desde temprana edad, os lo recomiendo.
5. Tiempo de Calidad para elevar la autoestima de los niños
No importa cuán ocupados estemos, reservamos tiempo para estar juntos. Ya sea cocinando juntos, jugando al escondite o leyendo cuentos antes de dormir. El amor y la conexión son fundamentales.
Ser madre de un niño de 6 años es un regalo. Aprendemos tanto de ellos como ellos de nosotros. Así que, queridas madres, sigamos cuidando, amando y guiando a nuestros pequeños en este hermoso viaje llamado crianza.
